domingo, 23 de mayo de 2010

Capítulo II

Capítulo II: El sonido de una melodía misteriosa


La oscura noche se cernía ya sobre el Creutzfeld College, el silencio y la tranquilidad reinaban en los pasillos de este, pero lo más probable es que no fuese así en algunas de las habitaciones, no sé si me entendéis; en apenas un día había dado tiempo a muchos de los alumnos para intimar…bastante. Mientras tanto, Zack se encontraba tumbado en uno de los jardines, al pie de un lago sobre el cual se reflejaba la blanca luna; Zack tenía sus ojos tan clavados en la luna y estaba tan atento a ella, que podría decirse que en ese momento para él no existía nada más aparte de la luna y él, que tenía una sonrisa imborrable en la cara. Pero en ese momento una melodía le distrajo de su feliz estado de aletargamiento. (http://www.youtube.com/watch?v=PG5dH5vF_m4&feature=related ) Era una melodía acogedora, tierna, que te llenaba el corazón de cálidez, pero a pesar de las palabras, no sería capaz de describir lo que se me pasaba por la cabeza al escuchar la belleza de tal melodía. Zack se incorporó un poco, pero se quedó sentado apoyado sobre los dos brazos, para ver de donde venía esa melodía (la verdad es que estaba un poco vago y por eso no se levantó del todo). Al otro lado del lago podía observar una figura que parecía femenina, de la cual parecía provenir la música, y se quedó escuchando a la chica hasta que finalmente dejó de cantar.

-Precioso…-dijo Zack aplaudiendo lentamente casi sin palabras.

-¿Eh? M-¿me has oído cantar?-preguntó algo tímida.

-Creo que está claro, ¿no?

-S-sí…¿De...verdad te ha gustado?

-Creo que también está claro-dijo Zack a modo de afirmación.

-Vaya, gracias-dijo más animada y alegre la chica.-Mi nombre es Nami, Nami Watson, ¿y el tuyo?

-Me llamo Bennet, Zachary…Bennet, pero por ser tú puedes llamarme Zack-dijo moviéndose el flequillo y con brillo en los ojos.

-Ja-ja…Ímbecil presuntuoso-dijo mirandole mal y dándose la vuelta.

-E-era broma…

-Lo sé, solo te tomaba el pelo-dijo sonriendo y volviendo a mirarle cara a cara.

-...¿Qué haces aquí a estas horas?-preguntó para cambiar la dirección de la conversación.

-Practicar, intento mejorar mi forma de cantar y solo puedo hacerlo aquí y a estas horas, porque en el interior lógicamente no voy a cantar y durante el día esto está lleno de niñatos y paso de practicar delante de ellos. ¿Y tú?

-Pues lo haces muy bien-dijo sonriendo.-Y yo nada en especial, solo venía a relajarme; estar tumbado en la hierba mirando a la luna me relaja…-dijo volviendo a dirigir la mirada a la luna.-Es un sentimiento extraño…Es como si...Pero bueno, que hago contándole esto a una chica a la que acabo de conocer-dijo dándose un golpe en la cabeza y sonriendo.-Además probablemente te de igual. Bueno, me vuelvo a mi habitación. Buenas noches, nos vemos-dijo dándose la vuelta y elevando el brazo a modo de despedida.

-…Hasta luego…-dijo con la cabeza un poco ladeada.-Qué extraño...En fin…-dijo antes de ponerse a cantar de nuevo.

La noche cayó y le llegó la hora al sol para reinar sobre el cielo de nuevo.

-Zack, despierta, que ya va siendo hora-dijo Alex.

-5 minutitos más mami…

-Zack…despierta ya…

-¡¡HE DICHO QUE 5 MINUTITOS MÁAAAAAAAAS!!-dijo sentándose de golpe pero todavía con los ojos cerrados.

-V-vale…-dijo desde un rincón de la habitación Alex.

-Mñmuenos dñías-dijo Zack frotándose los ojos. Cuando los abrió vio de forma borrosa la cama ya hecha de Alex y un reloj digital de esos que apuntan al techo y pone la hora de color rojo.-Pero tío, ¿no sabes que las camas las hacen las criadas? Además, ¿qué cojones haces en la esquina? Es que eres como las putas…-dijo riendose.-Si es que tengo más chispa que la piedra de un mechero-dijo riendose aun más fuerte.

-…No tiene gracia…-dijo Alex bajito pero muy serio.

-…Me has arruinado el día…Ya no vale la pena vivir…El mundo es una mierda-dijo haciendo un poco de teleteatro.

-…Deja de hacer el gilipollas, vístete y vamos a desayunar algo-dijo suspirando.

-Comer...¡comer!-dijo todo ilusionado.-A comer, a comer-iba medio canturreando por el pasillo hacia el comedor moviendo mucho los brazos y las piernas.

-¿Podrías parar de hacer eso? Te está mirando todo el mundo…

-Ya hemos llegado al comedor-dijo aún con tono cantarín pasando de Alex. Vio un montón de mesas llenas de montones y montones de comida, y platos para desayunar de todo tipo, desde un simple bol de cereales hasta huevos, bacón y salchichas pasando por mermelada, margarina, mantequilla, etc. etc.-Leche…leche…-dijo mirando una enorme botella llena de leche.-Ve sentandote en algún lado, voy a por esa botella de leche-dijo con tono entre valiente y amenazador, hacia la botella de leche claramente.

-Como quieras-dijo buscando a Nathan y Adhara con la mirada.-Ah, ahí estáis. Bueno días-dijo sonriendo y acercándose.

-Ah, hola Darling-dijo Adhara sonriendo ampliamente.-Por fin alguien que no es como este soso-dijo lanzando una mirada fulminante a Nathan.

-...Quitale el volumen a tu videoconsola por la noche para que pueda dormir e igual así tengo fuerzas y todo para hablar…o patearte el culo, según me de-dijo mientras comía un croissant sin separar su vista de un libro cubierto por una portada verde.

-…Ímbecil…Bueno, es igual, siéntate aquí Darling-dijo Adhara sonriendo y dando unos golpecitos en el asiento que tenía a su derecha.

-Gracias…-dijo tímidamente Alex.

-¡Hola Nathan!¡Hola Adhara!

-¡Ah!¡Qué flipe!¿La botella de leche habla?-dijo Adhara extrañada.

-No inútil, estoy aquí atrás-respondió Zack.-¿No te importa que me siente a tu lado verdad Nathan?-dijo sentándose. Al sentarse la botella se balanceó y unas gotas de leche cayeron encima de la mesa.

-…Cómo me caiga a mi o a mi libro, una sola gota de leche encima, yo seré el que se siente sobre tu cadaver…-dijo fríamente Nathan.

Zack se comió todo lo que pilló de por medio y se bebió la leche haciendo caso omiso a Nathan, el cual seguía con su croissant. Mientras, Adhara estaba abrazada a Alex intentando darle un bombón con forma de corazón, pero Alex insistía en que no le gustaba el chocolate. Después de desayunar Zack se puso pesado para que Nathan tocase con él un rato, consiguiendo así lo que parecía una misión imposible, pero realmente lo consiguió porque después de una hora a Nathan no le quedaban amenazas que sonasen mínimamente realistas o aterradoras, y tuvo que acabar cediendo. El resto de la mañana, mientras Zack y Nathan tocaban, Adhara se dedicó a acosar a Alex, el cual tuvo problemas para deshacerse de ella incluso cuando iba a entrar al baño para hacer de vientre.

*********************

Después de tocar durante unas cuantas horas, Zack y Nathan estaban exhaustos ya, y era casi la hora de comer, así que se dirigieron al comedor después de darse una buena ducha. Cuando llegaron, estaba todo cambiado, ahora donde había cereales había chuletones, donde había leche había pescado y donde había salchichas ahora había…salchichas…bueno, y además cuando entraron estaba la rubia vigilando el comedor, lo que les dejó un poco intimidados. Nathan se cogió unas salchichas, y Zack se disponía a hacer un chiste malo sobre que a Nathan le gustasen las salchichas, pero comprendió que no debía hacerlo cuando Nathan le miró a sus partes de hombre, cogió el cuchillo y cortó la salchicha en un par de pedazos con una sonrisa malévola dibujada en la cara..Zack cogió unas chuletas y un par de bistecs y se dirigió a donde se había sentado Nathan, junto a Adhara, que estaba jugando a la DS, y Alex, en el mismo sitio en que se habían sentado esa mañana. Justo cuando se iba a sentar se le cayó un bistec al suelo, así que dejó el plato en la mesa y se agachó a recogerlo. Cuando ya estaba de cuclillas vio un perro de pelaje negro y panza blanca mirando al filete, y se quedó mirándolo de forma posesiva. Al momento Zack estaba mordiendo el filete por uno de los extremos y el perro por el otro, mientras gruñían desesperadamente; la lucha por el filete de carne parecía no acabar nunca. Finalmente dejaron de forcejear cuando un chico de pelo negro corto con cresta y ojos azules cogió por el collar al perro, dejando a Zack con el filete el la boca; Zack se puso de pie de pura felicidad y empezó a poner lo que el denominó más tarde como “poses de vencedor”.

-Así que aquí estabas, ¿eh Kio? Te dije que me esperases fuera, me he vuelto loco buscándote. No vuelvas a escaparte, ¿vale?-dijo el joven al perro, el cual le miraba con ojos llorosos.-No, no me mires así por favor…No puedo aguantar esa mirada……..Vale…No puedo enfadarme contigo…-entonces empezó a llorar y a restregar su moflete con el del perro.

-…Eso tiene un nombre…Zoofilia…-dijo secamente Nathan.

-¿Eh?¡Ah! Es verdad, Kio estaba aquí con vosotros, ¿no? Espero que no os haya molestado mucho…

-Mierda, ¡se me ha acabado la batería!-gritó Adhara. Al oir eso Nathan dejó de leer el libro y se lo puso en la cabeza a modo de yelmo.

-Mmm…¿me dejas ver eso?-dijo alargando la mano el chico zoofilico. Cogió la DS y abrió la tapa de batería, que estaba llena de musgo y otras cosas indescriptible por dentro.-(¿Qué coño habrá hecho esta con su DS…?)-pensó.-Bueno, me viene genial para probar mi prototipo de una batería que dure más ya que tienes la versión antigua según pone en mi portatil-dijo apagando su ordenador.

-¿De dónde coño ha sacado el ordenador y cuando lo ha encendido…?-dijeron asombrados Adhara y Alex a la vez.

-Toma-dijo devolviendole la DS a Adhara con su prototipo de batería ya puesto.-Ya me dirás que tal funciona. Por cierto, no me he presentado, este es mi perro Kio y mi nombre es David, o podéis llamarme Dave, como queráis.

-Dave el bárbaro…-dijo riendose bajito Zack.

-Tampoco hace gracia-dijo Alex bajito.-Nosotros somos Zack, Adhara, Nathan, y yo soy Alex.

-Encantado, bueno, me voy antes de que Kio vuelva a organizar algo…Eres un perro malo-dijo mirando a su perro que lo tenía entre los brazos, el cual estaba jadeando y moviendo el rabo.-…Sí, te gusta que te diga eso eh...Eres un perro malo…Sí…-dijo con un tono algo extraño.

-Vale...Eso si que ha sido raro…-dijo Alex.

-Repito, zoofilia-dijo Nathan quitándose ya el libro de la cabeza al ver que Adhara ya estaba jugando de forma normal, si es que aquello podía ser llamado normal.

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Ya había atardecido y el sol se empezaba a esconder en el horizonte. Alex decidió ponerse su ropa de deporte y correr un poco en la pista del internado. Zack dijo que se iba a sentir solo y aburrido y que le iba a acompañar aunque él no fuese a correr ni nada. Cuando llegaron a la pista vieron que además tenían un montón de campos en los que practicar todo tipo de deportes, desde fútbol hasta squash, y además un montón de aparatos para hacer gimnasia y mejorar la forma corporal. Alex estaba tan emocionado que apenas le faltó acariciar el suelo de los campos y las máquinas antes de empezar a correr por la pista. Mientras tanto, Zack estaba sentado un poco sorprendido por la gran velocidad de Alex, y entonces vio una figura a su derecha. Había una joven probablemente unos 2 años menor que él sentada a unos metros de él en las gradas en las que se encontraban con un libro en las manos. Tenía el pelo azul como el cielo en un dia despejado de nubes y los ojos del mismo color, y si cabe decirlo, no mucho pecho. Entonces vio que Zack la estaba mirando.

-¿Qué pasa?-dijo la joven mirándole muy fijamente.

-Nada, solo me preguntaba que estaba haciendo aquí una chiquilla como tú a estas horas, hay sitios mejores en los que estar.

-Para tu información no soy una chiquilla Zachary Bennet.

-Ah…¿Eh? ¿Y tú como coño sabes mi nombre? ¡Ya sé! ¡Eres una bruja! Aunque creía que la magia, y por tanto las brujas, no existían…-dijo a modo de broma.

-Quién sabe…Quizás si exista después de todo…-dijo cerrando el libro y marchándose.

-¿Qué ha sido eso...?

-¿Qué ocurre?¿Y quién era esa?-preguntó Alex que llegaba sudando de correr.

-No tengo la menor idea...Bueno, ya ha anochecido-dijo bajando de un salto de las gradas.-Vete si quieres para la habitación y date una ducha, que la necesitas-dijo tapándose la nariz con una leve sonrisa.

-Que te den-dijo Alex dándose la vuelta y dirigiéndose a la habitación. A mitad del camino se olió el sobaco cuando Zack ya no le veía.-Mierda, tenía razón-dijo ahora medio sonriendo.

Mientras Alex se daba una ducha Zack volvía al pie del lago para volver a disfrutar de su momento de relajación personal. Allí permaneció tumbado, absorto nuevamente en sus pensamientos hasta que una voz femenina le habló.

-Así que aquí estás otra vez. ¿Vienes mucho por aquí?

-Ah, eres tu Nami. ¿Estabas intentando ligar conmigo con esa pregunta o algo?-dijo riéndose.

-Quién sabe, ahora te quedarás con la duda-dijo vacilándole un poco.

-Qué desilusión-dijo aun sonriendo.-Pues sí, ya te dije que suelo venir a relajarme aquí.
-Vaya, dijo poniéndose de cuclillas a su lado-entonces vio a lo lejos, más allá del otro lado del lago, una sombra que se metía en el bosque seguido por una especie de luz.-¿Has visto eso?

-No, ¿el qué?

-Nada, habrá sido mi imaginación...

-Probablemente habrás visto algo raro por las sombras de la noche, es normal. O eso o simplemente estás loca.

-Ja-ja…-dijo con una sonrisa.

-¿Por qué no vuelves a cantar esa canción? Es relajante.

-Mmm…e-está bien…-dijo algo roja. Entonces volvió a entonar esa preciosa melodía.

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Fin del capítulo 2, que deja planteados 2 misterios:

1. ¿Quién era esa chica de poco pecho y qué quiso decir?

2. ¿Realmente vio Nami a alguien introducirse en el bosque? Y si así fue, ¿por qué iba nadie a querer entrar en un bosque a esas horas?

Espero que os haya gustado. Por cierto, cuando salgan todos los personajes principales subiré sus descripciones (físico, personalidad, etc.) para que si os perdéis podáis usarlo para saber como son y tal. Pues eso, espero que os haya gustado de nuevo XD

1 comentario:

  1. QUIERO MAS!!!! x3

    que intriga, que todo!!

    O.o...que ganas de dibujar que me han entrado

    n.n en cuanto sepa como son exactamente voy a empezar a hacer "fanarts" n.n jiji

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