sábado, 5 de junio de 2010

Capítulo III

Capítulo III: Un bosque algo misterioso

El sol comenzaba a alzarse tras los montes que se veían a lo lejos desde el internado, pero apenas se veían los primeros haces de luz. Dave se levantó temprano para ir a sacar a Kio a dar un paseo por los prados que aun continuaban muy verdes y bien cuidados, a pesar del calor y del simple desgaste; los jardineros contratados parecían haber realizado un buen trabajo durante el verano cuidando de las plantas y demás seres herbáceos del internado. Se levantó de su cama y vio a su compañero de habitación todavía durmiendo debajo de las sábanas, por lo que no le podía ver el rostro; no había mantenido conversación con él, ya que había llegado el día anterior, probablemente mientras él dormía. Se dirigió al baño, en donde se acerco al lavabo; se miró en el espejo y apenas se distinguía por la sobadura que llevaba encima. Se lavó la cara con agua fría y se quitó las legañas, ahora ya estaba algo más despierto. Cerró el grifo y se secó la cara con la toalla amarilla que colgaba del sujeta-toallas.

-Kio, vamos-dijo mientras regresaba al interior de la habitación. Entonces vio una escena un tanto extraña.

-Aaah sí, Sasha, así-gemía su compañero de habitación en sueños. Dave estaba anonadado ante la situación, pero cogió a Kio por el collar, y finalmente dejó de lamer el “aparato” de su compañero de habitación.-Sasha, ¿a dónde vas? No me dejes así…

-Perro malo-dijo Dave dándole un golpe suave en el hocico a Kio.-Eso no se hace, y menos sin invitar-dijo entre risas y dejando a Kio en el suelo.-Venga vam…-No terminó de abrir la boca y sonó el sonido que tenía puesto en el móvil para recibir los mensajes.

“David, supongo que ahora mismo vas a ir a pasear a tu perro (es la hora a la que sueles hacerlo), así que me gustaría que me hicieras un favor. Abre tu ordenador e instala el programa que te he enviado por correo; ya está configurado y todo así que solo instalalo y sigue mis instrucciones, te hablaré a través del sistema de comunicación que instalamos cuando estuviste aquí antes del verano.

Tu padre”

-…Ya empezamos con los trabajitos..Además, con eso de “tu padre”, ¿se estaba metiendo conmigo?-dijo suspirando a la vez que iba a por el ordenador.-Un momento Kio, ya nos vamos. No, no te vuelvas a acercar a él-dijo viendo que se acercaba a su compañero de habitación. Dave abrió el portatil y se metió en su cuenta de correo; descargó el paquete de archivos que su padre le envió y lo instaló ipso facto. Entonces abrió el sistema de comunicación que su padre le dijo y contactó con él.-¿Qué es lo que quieres papá?-dijo bajito para no despertar al dormilón.

-¿Estás ya paseando a Kio?

-No…

-Pues entonces cierra el programa y ve al bosque con el portatil. Cuando estés allí vuelve a llamarme-dijo serio.

-¿Pero que pasa?-preguntó Dave algo extrañado ante la actitud seria de su padre.

-Te lo diré una vez que estés en el bosque-dijo colgando.

-¿Qué coño querrá…?-dijo con un tono que mostraba preocupación. Nunca había visto a su padre así de serio.-Bueno…Habrá que hacerle caso…Vamos Kio-el perro respondió con un suave ladrido y siguió al joven, que estaba echandose el portatil a la espalda, a través de la puerta.

Dave no vio a nadie en los pasillos del colegio ni en la entrada, debían estar todos durmiendo todavía. Una vez en el jardín oteó el horizonte y se quedó algo cegado por esos primeros rayos del sol. Mientras iban para el bosque, Kio iba dando saltos y meando y realizando sus labores perrunas por todos lados mientras movía el rabo y jadeaba.

Ya estaban a las puertas del bosque: En el interior del bosque parecía reinar la máxima tranquilidad, sin ruidos apenas el deslizar de alguna culebrilla o el ulular matutino de algún ave; además, los árboles, cuyas ramas estaban plagadas de hojas, impedían a la luz del sol filtrarse a través de ellas, aunque se podía ver con claridad el interior del bosque, si no fuese por la gran cantidad de troncos, ramas y arbustos que impedían la visibilidad de este. Dave dio un paso hacia adelante encendiendo el portatil mientras Kio iba meando la base de las raíces de todos y cada uno de los árboles a los que se acercaba; llamó a su padre y encendió el programa.

-Ya estoy en el bosque, ¿qué es lo que quieres?

-No hay nadie por ahí, ¿no?

-Em…No-dijo mirando alrededor.-A estas horas la gente suele dormir.

-Vale. Pues verás, un satélite nuestro ha estado recibiendo ondas un tanto extrañas desde hace un par de días, y estas ondas procedían de algún lugar del interior del bosque. Me gustaría que activases el programa que te he enviado y lo utilizases para encontrar la fuente de esas ondas.

-Vaaaale…-dijo tecleando en el ordenador. En el programa salieron muchas pantallas con datos.-No parece que haya nada extraño…Excepto…los biorritmos están elevadísimos en varios puntos del bosque…o eso pone aquí…

-Mmm…¿Estás seguro, David?-dijo con aire misterioso.-Pasame los datos para que pueda comprobarlos, de momento ya has cumplido.

-Pero, ¿qué es lo que pasa? No entiendo nada.

-No pasa nada, sigue con tu paseo como normalmente. Hasta luego-dijo su padre colgando.

-…¿Qué demonios le pasa?-entonces oyó un ruido en el bosque.-Habrán sido las hojas-pensó. Entonces vio a Kio temblando y mirando al bosque.-…¿De qué tienes miedo? Ha sido un simple ruido…Bueno, vamonos ya…-dijo cerrando el portatil y guardándolo en la mochila.


*****************


Ya había despertado todo el mundo cuando Dave regresó con Kio al edificio (era casi la hora de comer, el programa de su padre le había llevado más tiempo del que pensaba) y tanto los pasillos como los jardines estaban llenos de vida y de jaleo. Se dirigió a su habitación sorprendiéndose de la gran cantidad de alumnos que veía; era el último día antes de comenzar las clase y ya habían llegado todos los alumnos, pero eran más de los que se podía imaginar que ocuparían el internado durante el curso. Ya de vuelta en la habitación, dejó a Kio para que durmiese (estaba cansado después de la caminata) y vio que su compañero todavía seguía durmiendo entre las sábanas.

-Qué cojones…¿Cuánto tiempo más piensa dormir este…? Bueno, me da igual, me voy. Kio, no le hagas nada raro, tú a dormir-le dijo mientras veía a Kio bostezar y poner la cabeza encima de sus patas flexionadas.-En fin, voy a ver si como algo…-dijo saliendo por la puerta. Giró a la derecha para dirigirse al comedor y entonces vio a una chica de pelo negro liso bastante largo que le llegaba hasta más debajo de la espalda apretando esta contra la pared con fuerza mientras intentaba retroceder aún más, lo que le era imposible ya que la pared se interponía en su camino.-Esto…¿Te pasa algo?

-Cu-cu-cucucucucaracha-tartamudeó la joven sin despegar la vista del suelo y señalando a una mancha marrón que había en el suelo. Cuando Dave se acercó vio que era una cucaracha.

-¿Te da miedo esto?-dijo cogiéndola con los dedos. La joven afirmó con la cabeza muy rápido varias veces seguidas, Dave suspiró y lanzó la cucaracha hacia atrás por encima de su hombro.-Ya está, se fue.

-…Gr-gracias-dijo sin creerse que hubiese sido capaz de “salvarle la vida” como estaba pensando ella.-Puedo…¿saber cual es tu nombre?

-Dave, ¿y el tuyo?

-Momoka…Momoka Jung…

-Bueno, un placer, voy a ver si desayuno algo-dijo a modo de despedida, dándose la vuelta.

-E-espera, te acompaño-dio un paso y le rugió fuertemente el estómago. Dave se rió suavemente y aceptó. Una vez llegaron al comedor se encontró con Zack comiendo a más no poder, Nathan leyendo y comiendo de vez en cuando y Adhara aburrida ya que no estaba “su Alex” a su lado, el cual había puesto como excusa que no quería comer y que se iba a hacer deporte, pero lo más seguro es que quisiera estar un rato tranquilo sin Adhara; esta, tenía la cabeza apoyada en las manos y balanceaba las piernas en el aire. Decidió sentarse a su lado.-¡Hola!-Nathan le miró y devolvió la mirada al libro y Zack pareció saludar mientras engullía la comida aunque la verdad es que no se pudo entender mucho si era un saludo o simplemente ruidos que hacía al comer.

-Hola. ¿Quién es esta?-dijo Adhara con aire desinteresado.

-Se llama Momoka…Momoka esta es…-cuando se giró para presentarlas vio que donde estaba Momoka ahora solo había aire. Entonces la vio mirando a Nathan de cerca y dando vueltas a su alrededor, el cual la estaba mirando de reojo, no quería mirarla directamente.

-¿Qué estás…haciendo…?-preguntó Nathan.

-Estaba viendo…¡Qué estás muy bueno!

-Mi filete está más bueno-pensó Zack para sí mientras se tragaba otro bistec.

-Bueno, de hecho, estás bueno, excepto que no eres asiático, ¡si fueses asiático ya lo clavabas!-dijo Momoka.

-Em…tú estas buena ¿excepto que no?-entonces Zack abrió mucho los ojos y dejo de comer el filete y Adhara le miró con cara de mala ostia.

-Ese…es el insulto…más ruin, y sin fundamento…que has hecho…

-Bueno, no se me ocurría nada, ¿vale? Dejadme en paz…

-Disculpate-le obligó Adhara.

-Sí, sí, lo sieeeeento.

-Es igual, estás bueno, se te perdona-cuando Momoka dijo eso y vieron que no era broma, Zack, Adhara y Dave suspiraron. Mientras tanto un chico pequeño de unos 7 años pasó por detrás cantando con alegría: “Volver a empezaaaaar, otra vez”.

-O le calla alguien para que deje de cantar eso o me lo cargo-dijo Zack cogiendo el cuchillo que chorreaba salsa de los bistecs.

-Solo es un niño pequeño, dejale vivir, no sabe lo que dice-dijo Adhara haciendo un poco de teleteatro.

-Es igual, debe morir-dijo con una cara sombría.

-No, vais a morir los dos como no os calléis-dijo Nathan.-Y ahora mismo voy a pedir una orden de alejamiento para esta-dijo al ver que no se había separado de él ni un milímetro. Mientras tanto Dave estaba perplejo ante la incongruencia de la conversación que mantenían, pero aun así se lo pasaba bien, le resultaban curiosos estos amigos que le habían “tocado”, pero se sentía feliz.

*******************

Los 5 jóvenes disfrutaron de sus últimas horas de libertad antes de volver a la tediosa rutina de asistir a clase y estudiar a diario para los exámenes (aunque todos sabemos que no es así, siempre se estudia el último día). Cuando el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, dejando paso a la luna para reinar sobre el cielo, decidieron ir a descansar, ya que al día siguiente tendrían que despertarse pronto para acudir a su primera clase.

Dave al llegar a la habitación oyó ruidos y abrióo la puerta corriendo. Entonces se encontró a un chico seco de pelo blanco y ojos anaranjados discutiendo con Kio; dirigió una mirada a la cama y vio que ya no estaba su compañero durmiendo, por lo que dedujo que ese chico era su compañero.

-¡No intentes pelear contra mí!¡Soy más fuerte que tú!-le gritaba a Kio que estaba sentado en el suelo mirandole y jadeando mientras movía la cola de un lado para otro como si estuviese feliz a más no poder.

-…(¿Qué cojones…?) Em…Tú debes de ser…mi compañero de habitación, ¿no? Soy Dave, encantado.

-¿Eh? Mi nombre es Keiss Connor. ¿Es este tu perro? Dile que deje de amenazarme.

-Venga, mañana nos vemos, buenas noches-dijo Dave metiéndose en la cama y pasando de él.

-Pe-pero…el perro…Es igual, no te acerques a mí-le dijo amenazante al perro que seguía en su mundo de alegría mientras fruncía el ceño y le señalaba con un dedo. Entonces se metió entre las sábanas de su lecho y comenzó a dormir. Los dos jóvenes descansaron hasta que sonase el despertador indicando el comienzo de su nuevo año escolar.

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Creo que este capítulo no me ha quedado tan guay, pero bueno, es mi sensación, espero que os guste igualmente. Continuaré lo más pronto que pueda, y a ver si termino los globales y puedo escribir más a menudo. Sorry por la tardanza^^u.

domingo, 23 de mayo de 2010

Capítulo II

Capítulo II: El sonido de una melodía misteriosa


La oscura noche se cernía ya sobre el Creutzfeld College, el silencio y la tranquilidad reinaban en los pasillos de este, pero lo más probable es que no fuese así en algunas de las habitaciones, no sé si me entendéis; en apenas un día había dado tiempo a muchos de los alumnos para intimar…bastante. Mientras tanto, Zack se encontraba tumbado en uno de los jardines, al pie de un lago sobre el cual se reflejaba la blanca luna; Zack tenía sus ojos tan clavados en la luna y estaba tan atento a ella, que podría decirse que en ese momento para él no existía nada más aparte de la luna y él, que tenía una sonrisa imborrable en la cara. Pero en ese momento una melodía le distrajo de su feliz estado de aletargamiento. (http://www.youtube.com/watch?v=PG5dH5vF_m4&feature=related ) Era una melodía acogedora, tierna, que te llenaba el corazón de cálidez, pero a pesar de las palabras, no sería capaz de describir lo que se me pasaba por la cabeza al escuchar la belleza de tal melodía. Zack se incorporó un poco, pero se quedó sentado apoyado sobre los dos brazos, para ver de donde venía esa melodía (la verdad es que estaba un poco vago y por eso no se levantó del todo). Al otro lado del lago podía observar una figura que parecía femenina, de la cual parecía provenir la música, y se quedó escuchando a la chica hasta que finalmente dejó de cantar.

-Precioso…-dijo Zack aplaudiendo lentamente casi sin palabras.

-¿Eh? M-¿me has oído cantar?-preguntó algo tímida.

-Creo que está claro, ¿no?

-S-sí…¿De...verdad te ha gustado?

-Creo que también está claro-dijo Zack a modo de afirmación.

-Vaya, gracias-dijo más animada y alegre la chica.-Mi nombre es Nami, Nami Watson, ¿y el tuyo?

-Me llamo Bennet, Zachary…Bennet, pero por ser tú puedes llamarme Zack-dijo moviéndose el flequillo y con brillo en los ojos.

-Ja-ja…Ímbecil presuntuoso-dijo mirandole mal y dándose la vuelta.

-E-era broma…

-Lo sé, solo te tomaba el pelo-dijo sonriendo y volviendo a mirarle cara a cara.

-...¿Qué haces aquí a estas horas?-preguntó para cambiar la dirección de la conversación.

-Practicar, intento mejorar mi forma de cantar y solo puedo hacerlo aquí y a estas horas, porque en el interior lógicamente no voy a cantar y durante el día esto está lleno de niñatos y paso de practicar delante de ellos. ¿Y tú?

-Pues lo haces muy bien-dijo sonriendo.-Y yo nada en especial, solo venía a relajarme; estar tumbado en la hierba mirando a la luna me relaja…-dijo volviendo a dirigir la mirada a la luna.-Es un sentimiento extraño…Es como si...Pero bueno, que hago contándole esto a una chica a la que acabo de conocer-dijo dándose un golpe en la cabeza y sonriendo.-Además probablemente te de igual. Bueno, me vuelvo a mi habitación. Buenas noches, nos vemos-dijo dándose la vuelta y elevando el brazo a modo de despedida.

-…Hasta luego…-dijo con la cabeza un poco ladeada.-Qué extraño...En fin…-dijo antes de ponerse a cantar de nuevo.

La noche cayó y le llegó la hora al sol para reinar sobre el cielo de nuevo.

-Zack, despierta, que ya va siendo hora-dijo Alex.

-5 minutitos más mami…

-Zack…despierta ya…

-¡¡HE DICHO QUE 5 MINUTITOS MÁAAAAAAAAS!!-dijo sentándose de golpe pero todavía con los ojos cerrados.

-V-vale…-dijo desde un rincón de la habitación Alex.

-Mñmuenos dñías-dijo Zack frotándose los ojos. Cuando los abrió vio de forma borrosa la cama ya hecha de Alex y un reloj digital de esos que apuntan al techo y pone la hora de color rojo.-Pero tío, ¿no sabes que las camas las hacen las criadas? Además, ¿qué cojones haces en la esquina? Es que eres como las putas…-dijo riendose.-Si es que tengo más chispa que la piedra de un mechero-dijo riendose aun más fuerte.

-…No tiene gracia…-dijo Alex bajito pero muy serio.

-…Me has arruinado el día…Ya no vale la pena vivir…El mundo es una mierda-dijo haciendo un poco de teleteatro.

-…Deja de hacer el gilipollas, vístete y vamos a desayunar algo-dijo suspirando.

-Comer...¡comer!-dijo todo ilusionado.-A comer, a comer-iba medio canturreando por el pasillo hacia el comedor moviendo mucho los brazos y las piernas.

-¿Podrías parar de hacer eso? Te está mirando todo el mundo…

-Ya hemos llegado al comedor-dijo aún con tono cantarín pasando de Alex. Vio un montón de mesas llenas de montones y montones de comida, y platos para desayunar de todo tipo, desde un simple bol de cereales hasta huevos, bacón y salchichas pasando por mermelada, margarina, mantequilla, etc. etc.-Leche…leche…-dijo mirando una enorme botella llena de leche.-Ve sentandote en algún lado, voy a por esa botella de leche-dijo con tono entre valiente y amenazador, hacia la botella de leche claramente.

-Como quieras-dijo buscando a Nathan y Adhara con la mirada.-Ah, ahí estáis. Bueno días-dijo sonriendo y acercándose.

-Ah, hola Darling-dijo Adhara sonriendo ampliamente.-Por fin alguien que no es como este soso-dijo lanzando una mirada fulminante a Nathan.

-...Quitale el volumen a tu videoconsola por la noche para que pueda dormir e igual así tengo fuerzas y todo para hablar…o patearte el culo, según me de-dijo mientras comía un croissant sin separar su vista de un libro cubierto por una portada verde.

-…Ímbecil…Bueno, es igual, siéntate aquí Darling-dijo Adhara sonriendo y dando unos golpecitos en el asiento que tenía a su derecha.

-Gracias…-dijo tímidamente Alex.

-¡Hola Nathan!¡Hola Adhara!

-¡Ah!¡Qué flipe!¿La botella de leche habla?-dijo Adhara extrañada.

-No inútil, estoy aquí atrás-respondió Zack.-¿No te importa que me siente a tu lado verdad Nathan?-dijo sentándose. Al sentarse la botella se balanceó y unas gotas de leche cayeron encima de la mesa.

-…Cómo me caiga a mi o a mi libro, una sola gota de leche encima, yo seré el que se siente sobre tu cadaver…-dijo fríamente Nathan.

Zack se comió todo lo que pilló de por medio y se bebió la leche haciendo caso omiso a Nathan, el cual seguía con su croissant. Mientras, Adhara estaba abrazada a Alex intentando darle un bombón con forma de corazón, pero Alex insistía en que no le gustaba el chocolate. Después de desayunar Zack se puso pesado para que Nathan tocase con él un rato, consiguiendo así lo que parecía una misión imposible, pero realmente lo consiguió porque después de una hora a Nathan no le quedaban amenazas que sonasen mínimamente realistas o aterradoras, y tuvo que acabar cediendo. El resto de la mañana, mientras Zack y Nathan tocaban, Adhara se dedicó a acosar a Alex, el cual tuvo problemas para deshacerse de ella incluso cuando iba a entrar al baño para hacer de vientre.

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Después de tocar durante unas cuantas horas, Zack y Nathan estaban exhaustos ya, y era casi la hora de comer, así que se dirigieron al comedor después de darse una buena ducha. Cuando llegaron, estaba todo cambiado, ahora donde había cereales había chuletones, donde había leche había pescado y donde había salchichas ahora había…salchichas…bueno, y además cuando entraron estaba la rubia vigilando el comedor, lo que les dejó un poco intimidados. Nathan se cogió unas salchichas, y Zack se disponía a hacer un chiste malo sobre que a Nathan le gustasen las salchichas, pero comprendió que no debía hacerlo cuando Nathan le miró a sus partes de hombre, cogió el cuchillo y cortó la salchicha en un par de pedazos con una sonrisa malévola dibujada en la cara..Zack cogió unas chuletas y un par de bistecs y se dirigió a donde se había sentado Nathan, junto a Adhara, que estaba jugando a la DS, y Alex, en el mismo sitio en que se habían sentado esa mañana. Justo cuando se iba a sentar se le cayó un bistec al suelo, así que dejó el plato en la mesa y se agachó a recogerlo. Cuando ya estaba de cuclillas vio un perro de pelaje negro y panza blanca mirando al filete, y se quedó mirándolo de forma posesiva. Al momento Zack estaba mordiendo el filete por uno de los extremos y el perro por el otro, mientras gruñían desesperadamente; la lucha por el filete de carne parecía no acabar nunca. Finalmente dejaron de forcejear cuando un chico de pelo negro corto con cresta y ojos azules cogió por el collar al perro, dejando a Zack con el filete el la boca; Zack se puso de pie de pura felicidad y empezó a poner lo que el denominó más tarde como “poses de vencedor”.

-Así que aquí estabas, ¿eh Kio? Te dije que me esperases fuera, me he vuelto loco buscándote. No vuelvas a escaparte, ¿vale?-dijo el joven al perro, el cual le miraba con ojos llorosos.-No, no me mires así por favor…No puedo aguantar esa mirada……..Vale…No puedo enfadarme contigo…-entonces empezó a llorar y a restregar su moflete con el del perro.

-…Eso tiene un nombre…Zoofilia…-dijo secamente Nathan.

-¿Eh?¡Ah! Es verdad, Kio estaba aquí con vosotros, ¿no? Espero que no os haya molestado mucho…

-Mierda, ¡se me ha acabado la batería!-gritó Adhara. Al oir eso Nathan dejó de leer el libro y se lo puso en la cabeza a modo de yelmo.

-Mmm…¿me dejas ver eso?-dijo alargando la mano el chico zoofilico. Cogió la DS y abrió la tapa de batería, que estaba llena de musgo y otras cosas indescriptible por dentro.-(¿Qué coño habrá hecho esta con su DS…?)-pensó.-Bueno, me viene genial para probar mi prototipo de una batería que dure más ya que tienes la versión antigua según pone en mi portatil-dijo apagando su ordenador.

-¿De dónde coño ha sacado el ordenador y cuando lo ha encendido…?-dijeron asombrados Adhara y Alex a la vez.

-Toma-dijo devolviendole la DS a Adhara con su prototipo de batería ya puesto.-Ya me dirás que tal funciona. Por cierto, no me he presentado, este es mi perro Kio y mi nombre es David, o podéis llamarme Dave, como queráis.

-Dave el bárbaro…-dijo riendose bajito Zack.

-Tampoco hace gracia-dijo Alex bajito.-Nosotros somos Zack, Adhara, Nathan, y yo soy Alex.

-Encantado, bueno, me voy antes de que Kio vuelva a organizar algo…Eres un perro malo-dijo mirando a su perro que lo tenía entre los brazos, el cual estaba jadeando y moviendo el rabo.-…Sí, te gusta que te diga eso eh...Eres un perro malo…Sí…-dijo con un tono algo extraño.

-Vale...Eso si que ha sido raro…-dijo Alex.

-Repito, zoofilia-dijo Nathan quitándose ya el libro de la cabeza al ver que Adhara ya estaba jugando de forma normal, si es que aquello podía ser llamado normal.

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Ya había atardecido y el sol se empezaba a esconder en el horizonte. Alex decidió ponerse su ropa de deporte y correr un poco en la pista del internado. Zack dijo que se iba a sentir solo y aburrido y que le iba a acompañar aunque él no fuese a correr ni nada. Cuando llegaron a la pista vieron que además tenían un montón de campos en los que practicar todo tipo de deportes, desde fútbol hasta squash, y además un montón de aparatos para hacer gimnasia y mejorar la forma corporal. Alex estaba tan emocionado que apenas le faltó acariciar el suelo de los campos y las máquinas antes de empezar a correr por la pista. Mientras tanto, Zack estaba sentado un poco sorprendido por la gran velocidad de Alex, y entonces vio una figura a su derecha. Había una joven probablemente unos 2 años menor que él sentada a unos metros de él en las gradas en las que se encontraban con un libro en las manos. Tenía el pelo azul como el cielo en un dia despejado de nubes y los ojos del mismo color, y si cabe decirlo, no mucho pecho. Entonces vio que Zack la estaba mirando.

-¿Qué pasa?-dijo la joven mirándole muy fijamente.

-Nada, solo me preguntaba que estaba haciendo aquí una chiquilla como tú a estas horas, hay sitios mejores en los que estar.

-Para tu información no soy una chiquilla Zachary Bennet.

-Ah…¿Eh? ¿Y tú como coño sabes mi nombre? ¡Ya sé! ¡Eres una bruja! Aunque creía que la magia, y por tanto las brujas, no existían…-dijo a modo de broma.

-Quién sabe…Quizás si exista después de todo…-dijo cerrando el libro y marchándose.

-¿Qué ha sido eso...?

-¿Qué ocurre?¿Y quién era esa?-preguntó Alex que llegaba sudando de correr.

-No tengo la menor idea...Bueno, ya ha anochecido-dijo bajando de un salto de las gradas.-Vete si quieres para la habitación y date una ducha, que la necesitas-dijo tapándose la nariz con una leve sonrisa.

-Que te den-dijo Alex dándose la vuelta y dirigiéndose a la habitación. A mitad del camino se olió el sobaco cuando Zack ya no le veía.-Mierda, tenía razón-dijo ahora medio sonriendo.

Mientras Alex se daba una ducha Zack volvía al pie del lago para volver a disfrutar de su momento de relajación personal. Allí permaneció tumbado, absorto nuevamente en sus pensamientos hasta que una voz femenina le habló.

-Así que aquí estás otra vez. ¿Vienes mucho por aquí?

-Ah, eres tu Nami. ¿Estabas intentando ligar conmigo con esa pregunta o algo?-dijo riéndose.

-Quién sabe, ahora te quedarás con la duda-dijo vacilándole un poco.

-Qué desilusión-dijo aun sonriendo.-Pues sí, ya te dije que suelo venir a relajarme aquí.
-Vaya, dijo poniéndose de cuclillas a su lado-entonces vio a lo lejos, más allá del otro lado del lago, una sombra que se metía en el bosque seguido por una especie de luz.-¿Has visto eso?

-No, ¿el qué?

-Nada, habrá sido mi imaginación...

-Probablemente habrás visto algo raro por las sombras de la noche, es normal. O eso o simplemente estás loca.

-Ja-ja…-dijo con una sonrisa.

-¿Por qué no vuelves a cantar esa canción? Es relajante.

-Mmm…e-está bien…-dijo algo roja. Entonces volvió a entonar esa preciosa melodía.

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Fin del capítulo 2, que deja planteados 2 misterios:

1. ¿Quién era esa chica de poco pecho y qué quiso decir?

2. ¿Realmente vio Nami a alguien introducirse en el bosque? Y si así fue, ¿por qué iba nadie a querer entrar en un bosque a esas horas?

Espero que os haya gustado. Por cierto, cuando salgan todos los personajes principales subiré sus descripciones (físico, personalidad, etc.) para que si os perdéis podáis usarlo para saber como son y tal. Pues eso, espero que os haya gustado de nuevo XD

jueves, 20 de mayo de 2010

Capítulo I

Capítulo I: Comienzo

El viejo ya estaba acabando su desayuno, cuando sonó el primer claxon. Abrió la puerta de su pequeña casa al lado del seto, y se dispuso a abrir la verja, el nuevo curso empezaba y los habitantes de la antigua mansión Creutzfeld empezaban a llegar. Una lujosa limusina negra esperaba detrás de la puerta metálica, sobre una de las ventanas se veía una A caligrafiada finamente con gran elegancia.

-Éste es el primero de los muchos alumnos que aún están por llegar- Pensó el anciano, y no se equivocaba.

Varias horas después y con el sol bien arriba el patio de entrada estaba a rebosar de vehículos de todas las clases y gamas, dejando a una ingente carga de niños y niñas de varias edades, que lo único que podían hacer era mirar con asombro el bello edificio que tenían delante. Una estructura de 3 pisos de piedra blanca, rodeado de ventanas con el marco de madera, el techo de pizarra negra contrastaba con el color de la fachada. Pero lo que más llamaba la atención era la enorme puerta en el centro del edificio, se llegaba a ellas por una estilizada escalinata de mármol blanco, y el símbolo de la familia Creutzfeld, estaba inscrito con un enorme dorado en la puerta y abajo estaba el lema familia: “Angst vor dem Wald”

Por uno de los pasillos del ala este de dormitorios caminaba despistada una joven de pelo rojizo en busca de su habitación.

-Habitación 536…536… ¡Ah! ¡Esta es!-dijo mientras abría la puerta. Cuando entró a la habitación se encontró con un chico de aspecto fuerte y pelo más o menos largo moreno tirado en la cama leyendo un libro.- Y…tú debes de ser mi compañero de habitación. ¡Hola! Mi nombre es Adhara, ¿y el tuyo?-dijo felizmente.

El chico no dijo nada, se limitó a levantar la vista y a examinarla de arriba a abajo.

-Qué guay. Pues parece que vamos a ser compañeros de habitación, ¿qué bien, no? Y también te gusta leer. ¿Qué lees? A mí me gusta sobre todo…-Dejó de hablar ya que el chico había bajado la vista de nuevo al libro y no le hacía ni puto caso.- Jooooo…Qué aburrido-dijo hinchando los mofletes.

-Soy Nathan-dijo el zagal sin prestarle atención-¿Y tú como decías que te llamabas…?

-Ad…-No le había dado tiempo a abrir apenas la boca y Nathan ya se había puesto los cascos y pasaba de ella-…Supongo que me pondré con mi DS a jugar hasta que sea la hora de la charla de presentación…-dijo encendiéndola.-Mierda…no tiene batería…la gasté en las 7 horas de viaje en el coche… ¡AAAAAAAH!-gritó tirando la DS a la cabeza de Nathan. Esté, con un poquito de sangre en la cabeza la tira al suelo, la mira con cara inexpresiva y sigue leyendo.-Ay…Quizás me he pasado…

-Quizás…-dijo Nathan palpándose la cabeza.

-Lo siento…-dijo acercándose a él.

Entonces otro chaval de pelo medio largo por capas, piel tostadita y ojos ámbar que pasaba por la habitación, vio la escena ya que la puerta estaba abierta:

-A-a-a-¡¡animal!! ¡¡Cacho burra!! ¡¡Pero a dónde vas pedazo de cacho de bestia!! ¡¡No le mates, cafre!!-gritaba mientras veía a Adhara acercarse a Nathan.- No le mates, aún es joven…-Dijo medio suplicando. Entonces Adhara se dio la vuelta y empezó a ir hacia él y el chico salió corriendo por temor a morir.

-…En fin… Qué chico más raro…-dijo cerrando la puerta.- Bueno ahora estamos solos…Podemos conocernos mejor…No sé si sab..-no le dio tiempo a terminar la frase ya que Nathan empezó a tocar el bajo a todo volumen volviendo a pasar de ella.-…Matar…Necesito…matar…¿Dónde está mi PSP…?

-En mi cabeza no-dijo sarcásticamente Nathan y siguió tocando.

Sonaron unos golpecitos en la puerta y Adhara abrió. Un muchacho vestido con una chaquetilla negra y pelo despeinado se encontraba fuera de la habitación, y detrás de él el chico de antes riéndose.

-Hola, mi nombre es Alexander, pero llámame Alex…Y este de aquí es…Zack…Somos vuestros vecinos de habitación…Verás, nuestro baño está hecho mierda…(literalmente…) y necesitamos usar otro hasta que se arregle…

-No digas nada raro Alex, podría matarte Dios sabe cómo-dijo riendo. Esa risa se le quitó rápido cuando tuvo que esquivar la maleta de Adhara.- L-¿¡lo ves!? E-¡es una asesina!

-Calla-dijo lanzando una mirada fulminante. Luego le dirigió una mirada alegre y dulce a Alex.-Claro, pasa y úsalo. A mí no me importa y a Nathan creo que tampoco le importe.

-Como toques algo mío, el asesino seré yo-dijo empezando a tocar una marcha fúnebre.

-Oye, a mi me da igual el nombre de esto, exijo mi dinero por daños personales…-dijo el joven tostadito.

-Pelirroja, no tendrás otra videoconsola lanzable a mano, ¿verdad?

-Hmm…-el tostadito salió corriendo y volvió con una guitarra en la mano y la enchufó en el amplificador de Nathan. Empezó a marcarse unos solos y a hacer cosas raras en la guitarra (http://www.youtube.com/watch?v=klzSvoJylBs) Mientras, el bajo seguía la canción que tocaba con la guitarra.- Vaya, veo que eres bastante bueno.-dijo con una sonrisa. Alex salía del baño.- Bueno, parece que ya ha descargado. Ya tocaremos en otra ocasión, ¡nos vemos!-dijo desenchufando y saliendo a toda ostia tirando de Alex, que no le dio tiempo ni a despedirse.

-…Como vuelvas a tocar mi ampli…te mato…Bueno…Me caes bien Adhara…Al menos armas menos escándalo que ese…-añadió en voz más bajita.

-¿Eh? ¿Has dicho algo?

-¿No es la hora de ir a la charla del director…?-preguntó con la intención de evadir la pregunta.

-¡Ah! ¡Tienes razón, vamos!-dijo Adhara tirando de Nathan.

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Ya estaban todos los alumnos que habían llegado hasta el momento al instituto reunidos en el salón de conferencias. Era un lugar muy grande lleno de sillas, las cuales formaban un minimo de 50 filas, puestas para que los alumnos recibiesen las noticias que el director tuviese que comunicarles o, en este caso, darles la bienvenida. Enfrente de la primera fila de sillas había una tarima elevada con escaleras en los laterales de esta, y a los lados, unas grandes pantallas en las que salían las imágenes del centro de la tarima, en el cual había un atril, para que los situados en las últimas filas puediesen ver lo que ocurría. Tras un poco de silencio una mujer rubia con gafas subió al atril, comprobó el micrófono, pidió silencio y entonces presentó al director:

-El director Otto Creutzfeld va a proceder a dirigiros unas palabras.

-Otto Creu…¿what?-dijo Adhara.- ¿Qué coño de nombre es eso?

-Ssh-chistó Nathan.

-Sigues siendo un soso-dijo cruzándose de brazos.

Entonces un hombre de aspecto fuertote, con un poco de tripa, pelo blanquecino con una gran superficie despejada de cabellos en la cima de la cabeza, y unas patillas largas y anchas. Se aproximó al micrófono:

-Bienvenidos al Creutzfeld College queridos alumnos. Como todos sabéis, aún quedan 3 días antes de que comienzen las clases, pero os hemos cedido la oportunidad de iros acomodando en vuestros cubículos y así podréis…

-Me abuuuurro-dijo una voz conocida mientras el director proseguía con su discurso.-Además, ¿cubículos?¿Qué mierda de palabra es esa?

-Ssssh, cállate Zack, te van a echar la bronca-dijo preocupada ora voz conocida.

-¿Eh? ¡Alex!-dijo echándose encima de el chico que tenía delante.-Te he echado de menos...

-¡Callate!-dijo Alex- por tu culpa cataran también conmigo...

En ese momento toda la sala estaba mirando hacía el rincón de los dos chicos.

-Ehhhh mira ahí delante, es el sosainas del cuarto de al lado y su amiga Jigsaw.

-Callate ya- chilló Adhara- Por que no tendré algo lanzable cuando lo necesito...

Sin que nadie se diera cuenta, el director metió la mano en el bolsillo interior de su chaqueta un puntero laser y señaló a los cuatro chicos.

Los profesores más próximos se acercaron y los sacaron de la sala

-¿Que se supone que he hecho yo?- replicó Nathan

-Cállate ya delincuente.

-Mi media intelectual es casi el doble que la tuya cuidado con lo que dices profesorcito

-¡Ese es el espíritu, a liarla sosainas! -Dijo Zack saltando e intentandose zafar del agarre del adulto.

-No sé aún vuestros nombres pero estáis castigados, al cuarto de estudios-dijo la tia rubia que acababa de aparecer.

Al poco tiempo estaban todos en la sala de estudios vigilados por la rubia.

-Que divertiiiidooo-dijo sárcasticamente con cara de aburrimiento Zack.

-Joder, estabas a punto de superar tu tiempo récord sin abrir esa bocaza-dijo Nathan.

-Oye, relax, que yo ahora no he hecho nada-contestó Zack.

-¿Y por culpa de quién estamos aquí?

-Por la mía no, yo no soy el que se ha puesto a chillar-dijo Zack mirando a Adhara.

-Vamos, vamos dejad de pelear-intentó calmarles Alex.

En ese momento una tiza pasó a toda velocidad entre las cabezas de Nathan y Zack haciendo un agujero en la pared.

-¿Qué coño…?-dijeron Zack y Nathan a la vez.

-Ala, ¡que guay!¡Pensaba que esas cosas solo pasaban en los videojuegos y en los animes!-dijo Adhara motivada.

-Si no os calláis la próxima tiza os dará de lleno-dijo amenazante la chica rubia.

-¡Si, señora!-dijeron todos a coro (menos Nathan) poniendose firmes.

Una vez hubo pasado un tiempo, que Nathan dedicó a leer, Adhara a lanzar miradas a Alex coqueteando y este evitandolas, y Zack haciendo de todo menos lo que se pueda considerar mínimamente productivo, la mujer les dio permiso para marcharse a sus habitaciones.

-Bueno, ya es tarde, iros a dormir a vuestra habitación, y no os comportéis mal la próxima vez-dijo en un tono ligeramente amenazante. Entonces cogió su cartucho de tizas y se marchó por la puerta.

-Me muero de hambreeee-se quejó Zack.-Quiero comer algo...Vamos al comedor…

-Yo me voy a la habitación-dijo Nathan secamente mientras se marchaba.

-Quiero…comer…-decía Zack arrastrándose por el suelo hacia el comedor sin hacer caso a nada. Ya llegaron a la puerta del comedor y estaba cerrada y con un cartelito con los horarios.-Mierda…Han cerrado…Me muero…

-No, no morirás si no te mato yo con una DS-bromeó Adhara.

-Tengo mucha hambre para huir-dijo arrastrándose por el suelo hacia su habitación.-Hasta mañana…

-Bueno…Hasta mañana…-dijo tímidamente Alex.

-Hasta mañana, Darling-respondió sonriendo Adhara.-Hora de dormir-pensaba Adhara mientras se dirigía a su “cubículo”.

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Ya ha acabado el capítulo, esta es una pequeña idea que hemos tenido un amigo y yo, y hemos decidido escribir un fic. Esperamos que os guste^^ (o si no recibiréis un DSazo o un tizazo XD) Continuaremos subiendo historia tan pronto como saquemos tiempo para escribir más capítulos. También subiremos una descripción de todos los personajes.

P.S.: Pondremos links como ese de youtube en alguna situación para que quede más ultracool =O XDD Cuando esto pase, solo dadle al link y dejarlo sonar mientras seguís leyendo, porque probablemente sea una canción que suene en ese momento en la historia. (Aunque no me pertenece ninguna canción de las que vayan a aparecer, solo lo pongo porque sí, por si pasa la SGAE por aquí que quede claro eso XD)